
El cóctel Negrini Rosé de La Oficina. Foto: Habanero
Abril nos ha empapado
La primavera se despereza entre calles mojadas. Adiós al fuego de marzo; hola a la lluvia de aperturas en todos los barrios. Algunas las esperábamos con ansias, otras han surgido de la nada, pero todas prometen darnos de comer bien
Cuando ya ni nos acordamos de la resaca fallera -y menos mal, porque fue dura-, Valencia se despierta con una lluvia de aperturas completamente primaveral. Se nos echa encima la Semana Santa, pero la ciudad no presenta síntomas de freno: se llena de nuevos bares, restaurantes y propuestas que desafían lo establecido. Abril nos trae, más que sol, un aguacero de los que se disfrutan. Este mes ha llegado para poner en evidencia lo que merece la pena y lo que no, porque aquí, como en Habanero, no estamos para andarnos con tonterías. Aquí, solo hay espacio para lo que pica.
1. Este café si que quema
Empecemos por el primer trago del día: el café. Si hay una apertura que está en boca de todos los amantes de la bebida, sin duda es Puto Café. Por cierto, no es el café de Putos Modernos. Aquí no estamos ante una cafetería de especialidad cualquiera, sino una que juega con los límites del buen gusto… o más bien, con lo que entendemos por «buen gusto». Un café puede costarte 5 euros, pero si lo pides como mandan los dioses —un «P.u.t.o café»—, te sale entre 2 y 3 euros. Una jugada tan atrevida como efectiva.
En Ciutat Vella, Vuka aterriza con una apuesta firme por el buen grano. A pocas calles en la Plaza Mossen Sorell, Off Line Café eleva la propuesta con una carta minimalista, que también coquetea con vinos naturales. Cada vez son más cafeterías, más opciones y más competencia. Pero más allá de nombres llamativos y locales bien diseñados, al final la verdadera diferencia sigue estando en la taza. Solo quienes comprenden de verdad su esencia lograrán transformar su barra en un destino que perdure, y no en una moda con fecha de caducidad.

OFF_LINE CAFÉ. Foto: @windandmist
2. Google Maps ya no da de sí
Pero no solo de café vive el hombre. Desde Jávea, Escama ha decidido desembarcar su cocina en Cánovas, barrio que pronto se rendirá a la buena cocina de mar y al verano eterno. La presentación ha sido por todo lo alto: dos días de inauguración, primero para amigos y vecinos, luego para prensa y prescriptores, a fin de dar la bienvenida a su nueva casa. Su oferta de producto y espacio, que ya conquista el municipio de la Marina, revive los mejores recuerdos de la época estival, con sabores que todos conocemos de sobra: tapas y arroces de calidad a precio accesible A veces, no hace falta más. Ni menos.
¿Queremos más? Pues atentos, porque Carito y Germán lo han vuelto a hacer. La Oficina, bar icónico del barrio de Ruzafa, se reconvierte por completo y abre sus puertas a nuevos empleados. Los chefs de Fierro, Doña Petrona y Maipi, sin contar todas las asesorías de Tándem Gastronómico, amplían su universo restaurador con una propuesta que, seguro, dará mucho que hablar. Restaurante de autor, pero divertido y desenfadado, con brasa y buena coctelería. De verdad que nunca te lo pasarás mejor en un entorno de trabajo.
Cosas más pequeñitas: nace Glops I Llandes, otro bar cuqui que podemos disfrutar en el Cabañal, con sus tragos y picoteo. Es de los dueños de Guisante Rojo, bien asentados en la zona. Hay que añadir que en la calle de Sorní abre también otro local: El Portón. Si salimos de la ciudad y viajamos hasta Oropesa del Mar, en Castellón, nos encontraremos con que Boga Tasca está en traspaso -un proyecto único, junto al mar, donde el vino era liturgia- y que Silvia y Carlos, de Le VinRouge, han montado un cave shop online de vinos franceses, los cuales también puedes comprar directamente en su restaurante.
3. Los grupos mudan de piel
Para mantenerse en llamas, a veces hay que ajustar el fuego. Eso es lo que ha hecho Ma Khin, con una remodelación de su espacio tan elegante como su dueño, el popular Steve Anderson. No solo sacan el traje rojo a pasear, sino que plantean un nuevo concepto de restauración en un espacio adyacente, que ofrecerá platos bastante más callejeros. Pero esto -paciencia- lo contaremos en futuras entregas. También se preocupan por renovar su imagen las grandes flotas restauradoras. Mucho hemos hablado de Grupo Los Gómez, cuya nueva marca se prodiga por todo el centro de Valencia, y ahora también, dirigirá la actualización del espacio de Puerta del Mar, su establecimiento más antiguo del centro.
Muy cerca, no pasa desapercibida la expansión de Grupo Gastroadictos, que acaban de consumar la apertura de Barecito en los bajos del hotel Meliá Plaza. Los rumores apuntan a que la marca, recién creada, no piensa detenerse aquí: planean abrir hasta diez más en Valencia, con el objetivo de redefinir el tapeo informal en la ciudad. Y para completar el menú, Bar Badis, el renacimiento de la familia Camaleón, en la zona de Extramurs. Rocío López y Enrique Campos le ponen el toque gourmet y canalla a su universo, porque la ambición se ha despertado con la primavera. Y eso, la verdad, no nos molesta nada.
4. La chispa que al fin encendió
Sería imposible despedir un artículo como este, que habla de estrenos inesperados, pero también muy esperados, sin mencionar a Veneno. Tras una espera que parecía eterna, finalmente levanta la persiana el proyecto más viral del último año. Lo suyo ha sido una clase magistral de lo que implica emprender en España —spoiler: no es fácil—, pero han sabido mantenerse firmes. Después de tanto hype, por fin podemos ver el resultado del proyecto de Alejandra Merit, más conocida como Ale. Un espacio cultural que va más allá de la comida, con una identidad que se ha ido construyendo a lo largo del tiempo y que todos estamos deseando descubrir. Valencia sí que sabe dar la bienvenida, a los nuevos restauradores y a la recién estrenada primavera. La ciudad no se detiene, tampoco la lluvia. Pero que todas sean como esta, donde viven cientos de aromas.