Anna Castillo. Foto: Habanero

CULTURA – UN HAMBRE QUE NO SE VA

¿Qué desea, Su Majestad?

Las Entendidas – 27/03/25

De croquetas caseras a piezas de Maguro Toro, la nueva serie de Borja Cobeaga y Diego San José para Prime Video elucubra sobre una posible dinastía monárquica de agradecido paladar

Anna Castillo interpreta a Pilar, princesa y futura reina de España con muy pocas ganas de recibir tales honores. Para su sorpresa, la sucesión llegará antes de lo esperado debido a un escándalo en el que se ve envuelto su padre, el Rey Alfonso XIV. Esos son los acordes principales sobre los que versa Su Majestad, la nueva serie de Borja Cobeaga y Diego San José. Desde la animadversión que despiertan ciertas identidades nacionalistas (la saga Ocho apellidos…), hasta las miserias de nuestros representantes políticos (Vota Juan), estos experimentados creadores de ficción -juntos o por separado- son atrevidos en eso de armar tramas-tabú para la ficción audiovisual en nuestro país. Ahora, al fin, se permiten la osadía de hurgar en el seno de nuestra monarquía y, si los británicos tienen The Crown, aquí (al menos por el momento), contamos con Su Majestad

Así que tenemos a una princesa protagonista (la Anna Castillo cómica, nuestra Anna Castillo favorita), que debe cambiar las salidas nocturnas y los desayunos a las doce en una Stanley Cup para demostrarle al país -y a su padre- que está preparada para el cargo. En este viaje le acompañará su secretario, Guillermo (Ernesto Alterio), con quien se demuestra que su arco como personaje, además de enmarcarse como un coming of age hacia la madurez, tiene mucho que ver con esos vínculos afectivos que necesitamos al margen de la consanguinidad. Unos vínculos explorados en secuencias donde la comida alcanza un gran valor, y donde la serie confía sus momentos de intimidad a lo que surge alrededor de una mesa.

INT. COCINA – DÍA 

– Guillermo: Quedan dos croquetas.

Pilar: Ah. ¿Tienes hambre?

– Guillermo: No, es que no sabes lo que son estás croquetas. Igual yo te digo croquetas y no lo entiendes porque, claro, tú piensas en croquetas. Esto es otra cosa. Pensé que no las iba a volver a comer. Mi madre no sabía cocinar. No tenía necesidad. Siempre han cocinado para ella. Por eso nunca entendí lo de sus croquetas. Por qué era lo único que cocinaba y por qué le quedaban tan perfectas. No sé qué hacer. ¿Me las como?

– Pilar: Yo creo que deberías comértelas. 

– Guillermo: Es lo que a mi madre le habría hecho ilusión. 

– Pilar: Claro.

Escena de ‘Su Majestad’. Foto: Habanero

La princesa y su secretario brindan con croquetas en sus manos, como si fueran copas de cava. Las saborean y empañan sus ojos en mitad de un sentido «no me la quiero terminar». Una relación (¿laboral?) que alcanza cotas más tiernas y emotivas gracias a ese ritual de despedida -comerse las últimas croquetas de una madre fallecida- en la que es ya, por consenso popular, la secuencia más conmovedora de la serie. Entre la tristeza y la ternura, son esas escenas alrededor de la mesa donde la princesa fuerza situaciones en parte para escapar de su soledad, en parte para compartir algunos manjares, porque, ¿quién va a resistirse a acompañarte a probar la mejor tortilla de patatas de España? Nada como ser la futura heredera al trono para que te abran un mercado de madrugada, nada como compartir el supuesto mejor pincho de tortilla de España con alguien de quien has estado enamorada y nada como una barra de bar para humanizar a la realeza. 

Porque al final de eso va Su Majestad: de estrechar la distancia que nos separa de la sangre azul a través de cómo nos relacionamos con aquello que comemos. Si ese atisbo de empatía hacia esa futura reina es posible como espectadoras es gracias a su esfuerzo por mostrarnos algo tan aterrizado al resto de los mortales como el placer que compartimos por la comida.

Tortilla de patata. Foto: Habanero

INT. MERCADO – NOCHE 

Pilar: Es la mejor tortilla de patatas de Madrid y hay gente que dice que es la mejor de toda España. Solo hacen dos al día y las venden por pinchos, no se pueden reservar. Entonces, literalmente las tortillas duran 5 minutos. La primera la sacan a las once de la mañana y la segunda a las cinco de la tarde. Podrían hacer más o podrían contarle a alguien cómo le sale tan rica o podrían vender la receta si hay, pero no lo han hecho, en cuarenta años no lo han hecho, por eso es tan especial.

 

No sabemos de su valía para el resto de responsabilidades asociadas a su cargo, pero como representante de la gastronomía española, a Pilar no le faltan méritos. Una afición por comer rico que también comparte con la actriz que le da vida, y es que estos momentos gastro dentro de la serie, fuera de la pantalla los protagoniza la propia Anna Castillo a través de @conceptdate, una cuenta de Instagram donde la actriz vuelca ese saber comer que le caracteriza. Con exclusivas recomendaciones, según requiera la ocasión. 

Puede parecer extraño que de todo lo que incluye un menú monárquico empecemos con unas croquetas y acabemos con una tortilla de patatas, pero en Su Majestad, algunos de los sabores más innovadores (como su debilidad por el sashimi que preparan en palacio, esas piezas de Maguro Toro) conviven con una notable inclinación hacia la cocina tradicional. ¿El fin? Apelar siempre a ese algo sentimental que acompaña a la comida: lo bonito de que te cocinen, de compartir platos y de los sabores que nos quedamos para siempre. 

DIÁLOGO FINAL

Tenemos un país espantoso para muchas cosas, pero lo que hacemos en España con la cuchara… Eso sí que no lo ves en ningún sitio.

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