
María Romanillos. Foto: Cinema Jove / Brava Studio
Un día con María Romanillos, un futuro de cine
Las Entendidas – 10/07/25
Recientemente premiada por Cinema Jove como promesa del cine, y recién estrenada la serie juvenil de Netflix Olympo, acompañamos a la joven actriz en uno de sus últimas días de anonimato, donde siempre hay hueco para las amigas
«Ojalá un futuro de cine donde pueda utilizar el poco altavoz que tenga para conseguir condiciones dignas y un espacio de trabajo fuera de abusos de poder y violencias machistas«. El futuro se plantea, en términos generales, como un horizonte abierto a cualquiera que le preguntes, pero en palabras de María Romanillos (Madrid, 2004), suena a convicción con lo que se es y a compromiso con una misma. Así lo hizo ver la actriz al recoger el premio Un futuro de Cine, que concede el festival Cinema Jove a intérpretes de la nueva hornada de la industria audiovisual española con ascendente trayectoria, donde pronunció esta sentencia.
Biznaga de Plata a la mejor interpretación femenina de reparto en el Festival de Málaga y el Festival de cine de Guadalajara (México) por Las consecuencias (Claudia Pinto) y el Lola Gaos a Mejor interpretación femenina de reparto por La casa (Álex Montoya) fueron signos que reconocieron en poco tiempo el talento de esta joven actriz. Sin embargo, lejos de atesorar un nuevo galardón a un trabajo ya hecho, el que recogió en la ceremonia de inauguración de la 40 edición de Cinema Jove sonaba a advertencia de un porvenir lleno de buenos presagios. Y es que donde otros años estuvieron actrices y directoras como Amaia, Greta Fernández o Elena Martín Gimeno, ahora está ella. «Un buen augurio» que, según confiesa, le hace tremenda ilusión en una semana de buenas sensaciones, porque tan solo el día después de subirse al escenario del Teatro Principal de València -el día que pasamos con ella- estrena en pantallas de todo el mundo «Olympo», la nueva serie juvenil con la que Netflix busca revalidar el éxito que antes consiguió con otras series como «Élite».
«Me cuesta tener una rutina en mi tiempo libre, pero es que para ser sincera, me divierte no tenerla»
Cuando no está rodando -esto es, cumpliendo con unos horarios que le marcan otros- su día a día avanza a ritmos muy distintos. «Me cuesta tener una rutina en mi tiempo libre, pero es que me divierte no tenerla», reconoce. Están los de pasarlos en casa limpiando, recogiendo, cocinándose algo sano -y mucho más, después de prepararse físicamente para Olympo- o su receta del momento -ñoquis a la airfryer, crujientes por fuera, blandos por dentro y aderezados con un montón de especias- y viendo series, donde reconoce ser una gran fan de series españolas como Paquita Salas y La Ruta, aunque ahora mismo viva bajo el embrujo de todas las temporadas de La que se avecina. Eso sí, prevalecen más los días de salir de casa y no volver hasta la noche.
No tener una rutina no es algo que a ella le incomode y, según nos deja ver, no vive sometida a una lista de tareas -más allá de las vitales e imprescindibles-, por lo que de momento la balanza entre obligaciones y ocio se inclina más hacia la segunda. Ese tiempo lo dedica a estar en la calle con sus amigas, donde disfruta especialmente yendo de casa en casa: «Llamo y si están en casa, voy», comenta. Así de sencillo.
08:00 – 12:00
Silencio informativo.
Ni morning person ni integrante del Club de las 5 de la mañana, a María Romanillos no la encontraremos arrastrada por ninguna moda de la productividad del tiempo libre así que dejémosla un ratito disfrutar de lo que más le gusta en esas horas del día, que es DORMIR. Y nosotras lloramos por dentro al pensar en la oportunidad desaprovechada de ese desayuno buffet…
12:00 – 20:00
Llega con un café en el cuerpo que se ha pedido para llevar en el hotel porque a mediodía es cuando Cinema Jove la ha citado para un encuentro con el público. Un espacio donde el festival ofrece la posibilidad de acercarse a la actriz a partir de una conversación más cercana en la que conocer sus impresiones sobre su trabajo y el presente de la industria. Al preguntarle por cómo lleva esa parte de su trabajo – la de la relación con el público y la prensa – admite que ha aprendido a relajarse, a mostrarse como una actriz divertida, en sintonía a cómo es ella en la intimidad, que solo tenga la responsabilidad de ponerse «seria» en momentos concretos.

Gala Inaugural de Cinema Jove. Foto: Cinema Jove / Brava Studio
Y para muestra, el discurso de aceptación del premio que hemos reproducido al inicio de esta crónica. «Como lo vivo así, me divierto más», sostiene. También reconoce poco afecto por compartir publicaciones en Internet: Las redes sociales son la parte de mi trabajo que más me cuesta. Entiendo que son útiles y te dan mucho, pero no comparto demasiado. No es que tenga nada en contra, pero no me nace contar todo lo que hago». Eso sí, si le damos a elegir entre quién le pone más nerviosa (si público o prensa) no duda en reconocer que es el público quien le ofrece más respeto: «Tienen una visión como espectadores con una capacidad mayor de juzgar, y de plantear preguntas random que a mí nunca me surgirían, y de las que posiblemente no haya reflexionado la respuesta». Sabéis eso de «no es pregunta, es reflexión», ¿no? Escalofríos.
Desde Las consecuencias o La casa -ambas, con sello valenciano-, un vistazo rápido a su filmografía nos deja ver que por cuestiones de trabajo ha pasado largas temporadas en la Comunitat. Es por eso que no podemos desaprovechar la oportunidad de preguntarle qué es lo que más disfruta de la gastronomía valenciana. Sin duda, se muestra fan de la paella y siempre que puede se deja caer por los restaurantes de la playa a meter cuchara, pero nos hemos visto tentadas a incluir aquí un planazo alternativo que rivaliza con este: el de pedir comida a la habitación del hotel y tirarse en la cama a disfrutar de ese privilegio. Una película filmada por Sofia Coppola.
20:00 – ??:??
La tarde-noche es su momento favorito del día, su peak de energía que, durante su estancia en València, coincide con la presentación de dos proyecciones del ciclo que Cinema Jove dedica a su recién premiada actriz: el cortometraje Hormiguilla (Fran Granada), un viaje de la oscuridad a la luz que hizo sonar a Roxette en la Filmoteca valenciana, y La casa (Álex Montoya), su éxito más reciente y el que entendemos como uno de esos papeles que marcan una trayectoria. Después de la presentación sale volando a coger un tren que la lleve de vuelta a Madrid, un plan que ahora que ya ha pasado puede contarse: han quedado los del reparto de Olympo para salir y celebrar el estreno porque «hoy de momento no somos famosos».
No sabe si pasará, pero esta noche puede ser la última en la que no les conozca nadie. Además, como ella misma recuerda: «Un día genial para mí tiene que incluir, siempre, ver a mis amigas».