
Foto: Habanero
CULTURA – FUERA CABEZA
Tiran más dos tetas
Mestizorras – 19/06/25
¿Sabes cuando tienes muchas tetas, no seis u ocho, sino dos, pero bien grandes, y dejan de ser de tu propiedad? Las tienes en tu cuerpo, en usufructo, pero no te pertenecen, porque todos las miran
Para la RAE la teta es: mama (órgano glanduloso) pecho, seno, delantera, pechera, chiche, tetamen, pechamen. [de animal] ubre. Para la anatomía es: órgano glandular mamario que produce leche (en hembras). Aunque en verdad las tetas también son dos bultos de grasa más o menos grandes, puntiagudos, redondos, con un acabado en pezón como principal protagonista y causante de todos los problemas morales, políticos y geológicos que podamos tener en el mundo.
Una teta puede ser como una ensaimada, un limón, melones, cerezas o kiwis, de todas las tallas y colores, azules, blancas, amarillas, púrpuras, pezones grandes, pequeños, con pelos, pezones tímidos, gordos, felices o tristes. Lo que no nos dicen, pero aprendes cuando creces, es que los pezones son un imán que atrae todas las miradas, como musarañas que, si salen de su cobijo, piden por favor -suplican, ruegan-, que se vuelvan a esconder para no provocar daños y prejuicios.
Las tetas generan obsesiones. Si eres chico adolescente y te introduces en el mundo del porno verás muchas tetas grandes como globos que rompen sandías por la mitad, tetas brillantes como amígdalas que no se mueven y aceptan todo tipo de función. Sueñas con tetas tetas tetas.

Madre con cáncer de mama. Foto: Habanero
Si eres chica adolescente, también sueñas con tetas tetas tetas, porque las tetas te dan valor y te diferencian de tu vecina y la pesada de la Coni que están todos babosos por ella, porque adivina qué, le crecieron las tetas. Te ponen apodos según tus tetas. Tengas más o menos, te pueden llamar tabla de planchar o Castellón de la Plana, eso al menos aquí en la terreta. En Chile te dicen la nadadora: nada por aquí, nada por allá.
Si en cambio tienes muchas tetas, no seis u ocho como Luperca, sino dos, como las humanas, si tienes dos tetas bien grandes, dejan de ser de tu propiedad. Las tienes en tu cuerpo, sí, en usufructo, pero no te pertenecen, todo el mundo te las mira, babean, y pasan a ser un bien público, aunque en realidad, ¿han sido tus tetas alguna vez tuyas? Ser tetona, aunque no esté escrito, es triunfar en la vida, dicen. «Sin tetas no hay paraíso», dicen. «Y con un escote puedes conseguir de todo», dicen. De todo, menos que no te las toquen sin consentimiento, ya sabes, al ser tetas públicas no necesitan permiso.
«Los pezones son un imán que atrae todas las miradas, pero si salen de su cobijo, piden que se vuelvan a esconder para no provocar daños y prejuicios».
Las tetas también generan expectación, sobre todo ahora que iniciamos el verano, sobre todo en la playa, topless le llaman, pero a nosotras nos gusta llamarlo ir en tetas, porque estamos un poquito hartas de nombrarlo todo en inglés, got it? Si vas en tetas paseando por la orilla, la gente te mira, analiza el color de tu pezón, el diámetro, esas tetas están muy caídas, esas son falsas, ¿has visto cómo se mueven las tetas de esa que juega a las palas?¿Y aquella que no tiene nada?
Ir en tetas en el mar está bien, porque desaparecen bajo las olas, pero ir en tetas por el paseo marítimo, no, no vaya a ser que dos patinetes se choquen o que dejen de funcionar los semáforos. ¿Pasaría lo mismo si ellos fueran con los huevos afuera? No, seguro que sería gracioso o aceptado. Quizá hasta venderían prendas para que los abrigaran en invierno, como cuando vistes a tu caniche; prendas redonditas y chiquititas para envolver a los huevos de Fernando o de Luis. Porque sus tetas no molestan ni dan que hablar, están aceptadas al no ser pechos pequeños y no confundirse con montañas.
Las tetas también tienen fecha de caducidad. Empiezan a cotizarse cuando llega la pubertad porque son firmes y no hay gravedad que pueda con ellas. En cambio con los años, la gravedad gana, al igual que le gana a los huevos, pero de eso nadie habla. ¿Los hombres se operan los testículos para que no les cuelguen hasta la rodilla? ¿Por qué no vemos en la calle una publicidad que diga: «Este verano, tus huevos más firmes que nunca. Clínica Dávila, consulta presupuesto en la web»?

Madre amamantando. Foto: Habanero
Las tetas se tratan como si fueran un complemento perfecto para nosotras, sexualmente hablando. Ya sabes ¿cómo te gustan más? ¿Culonas o tetonas? Son un adorno que nos añade o nos quita valor, pero cuando la teta cumple su función biológica, como por ejemplo, producir leche, ya comienzan las discusiones. Dejan de ser un adorno y tienen una función, pero que incomoda. Al parecer, las madres incomodan, porque ya sabes, están locas, despistadas, no atienden. Las madres lactantes deberían sacarse las tetas en todos los lugares, y a las horas que quisieran, sin esconderse. Que les dé el aire y no recibir ninguna mirada, ni siquiera un juicio mínimo, ni la puta frasecita de hasta cuándo vas a dar el pecho, o es que le das demasiada teta, porque dime, Ana Rosa, ¿QUÉ MIERDA TE IMPORTA A TI?
Al parecer también incomodamos cuando tenemos cáncer de mama, cuando en nuestro preciado montículo suave que roba miradas y suspiros, se instala un nódulo maligno que hay que extraer. Y de un momento a otro, en tu pecho, hay un vacío, una cicatriz. Y aunque las miradas siguen estando ahí, ahora son de inquietud, rareza o condescendencia. Una mirada que usa la gente cuando cada 19 de octubre se pone un lacito rosa en su pecho y sale a hacer una carrera solidaria, porque es más fácil concienciar sobre el cáncer de mama que invertir en ciencia y salud para nosotras.
«Cuando la teta cumple su función biológica, como por ejemplo, producir leche, comienzan las discusiones. Dejan de ser un adorno y tienen una función que incomoda».
Las tetas femeninas generan censura no solo en la vida real, también en el mundo virtual, sobre todo nuestros benditos pezones, esas musarañas pequeñitas y al parecer peligrosas, que si te miran te desintegran. Aunque pensándolo bien, ojalá tuviéramos ese poder: que alguien nos mirara las tetas y le pudiéramos fulminar con un lanzamiento de láser de pezón, o cortarles la cabeza en limpio, sin sangre, solo un láser exterminador.
¿Me miras las tetas mientras te hablo? Fuera cabeza
¿Me miras las tetas más de cinco segundos? Fuera cabeza.
¿Me miras las tetas con cara de lascivo? Fuera cabeza
¿Haces chistes de mis tetas? Fuerza cabeza
¿Soy más mujer por mis tetas?
¿Soy menos mujer por mis tetas?
¡Que chucha te creí feo culiao ¡Fuera cabeza!
¿Me miras las tetas mientras hago ejercicio? Fuerza cabeza
¿Te molesta que vaya sin sujetador?
Mira, mira
y observa
detenidamente
cómo
te corto
la puta
cabeza,
¡ZAS!